Por mucho tiempo mi discurso favorito fue el de Chaplin en la película del dictador, sin embargo fue destronado por este:
Hay dos cosas irónicas al respecto con este discurso: las películas de Adrián Suar (el protagonista y productor de la que aparece en este mismo mensaje) tienen fama en Argentina de ser malísimas, y yo estoy de acuerdo, sin embargo el discurso me llegó al corazón, incluso siendo yo alguien que detesta el fútbol (segunda ironía).