Yo hace un par de meses me puse a jugar RPGs clásicos de SNES, pero cambiando las pistas de audio por música de orquesta y es una pasada.
Respetar y jugar las obras originales tal y como eran en la época tiene su mérito, pero buscar maneras de mejorarlas, actualizarlas o simplemente dar una opción diferente siempre es bien recibido.
Excepto por ese Mario cricoso y denigrante, qué cosa tan fea.