En un mundo de fantasía urbana que me inventé para escribir algún día un libro, las criaturas míticas conviven con nosotros.
Los elfos se dedicaron durante la mayor parte de la historia de la humanidad a asegurarse de que nunca tuviéramos magia mediante genocidios y asesinatos selectivos. El Holocausto judío fue un intento de los elfos más radicales por acabar con la última práctica mágica humana conocida, que es la creación de golems.
Aparte de eso, los elfos tienen contacto directo con las hadas, que controlan el medioambiente y técnicamente el destino del planeta. Políticamente meten la mano en TODO, pero proyectan una imagen de familia real libertina como camuflaje: mientras el público está ocupado siguiendo las últimas aventuras deportivas o en el cine de los príncipes de la familia real elfa, el MI6 emplea a una elfa que es literalmente la mejor analista del planeta, que trabaja desde el sótano de su casita rural en el oeste de Inglaterra.