Bueno, si esta gente quiere dar la guerra cultural y meter sus mierdas políticas en los juegos pueden hacerlo.
Yo y otros muchos mientras tanto responderemos a esa batalla cerrando la cartera para que no vean ni un solo €... Hay infinidad de juegos donde elegir y no pienso dejar que me den el coñazo con su pedrada ideológica (juego para evadirme de la realidad, no para que me den el coñazo con ella).
Hace unas décadas un grupito de activistas identitarios se dio cuenta de que para dar la batalla cultural no bastaba solo con el cine o las series, que los videojuegos también eran un factor importante por su enorme presencia entre los más jóvenes y tenían que meterse en esa industria (cosa que no es sencilla, así que empezaron por la prensa de videojuegos).
Con el tiempo y poco a poco fueron introduciéndose de verdad en la industria, e insertando cada vez más sus pedradas en los juegos, y en principio la cosa no parecía nada del otro mundo... Los jugadores pensamos "son unos pocos juegos, y tampoco es para tanto"... Tremendo error, con el tiempo la cosa fue en aumento, las absurdeces fueron creciendo, y los activistas se volvieron cada vez más tóxicos y descarados, hasta el punto de querer meter su ideología a los jugadores tal que así...
Y claro, si no quieres tragarte su producto politizado eso quiere decir que eres un sucio nazi machista e intolerante (y ya está, o te tragas toda su mierda sin rechistar o eres un facha, no hay más opciones).
Pero parece tras unos cuantos años de tragar mierda mucha gente está llegando a límite, los jugadores están empezando a organizarse (la lista de Sweet Baby es un ejemplo) sencillamente porque ya están tremendamente cansados de esta gente, asqueados de su mierda tóxica, de sus victimismo, de sus acusaciones hacia los demás, y de que aprovechen para meter sus pedradas ideológicas hasta en la sopa.
En resumen, la gente está ya muy cansada y hasta los putos cojones de que estos activistas pretendan "modelar los comportamientos deseados" en ellos (frase literal de la community manager).
Así que los consumidores que no están a gusto con ese tipo de contenido en sus juegos simplemente ya no los compran porque es la única manera de que su rechazo o descontento con un producto se note. Como digo al principio podía colar porque la cosa era más sutil y la gente pensaba que tampoco era para tanto, pero con el tiempo la cosa es cada vez más descarada e insufrible... Y todo tiene un límite, y ese límite parece que está llegando y la gente está empezando a actuar en consecuencia.