Alec_Ashford Las dinámicas de fondos de inversión son complejas. Fondos especializados en juegos hay pocos. Y de esos, la mayoría pertenecen a otros flndos generalistas más grandes. Uno de los fundadores de Eidos, por ejemplo, es de los pocos que tiene un fondo dedicados a juegos y que es absolutamente independiente.
Muchos otros fondos (no todos, no la mayoría, solo digo «muchos») ven esta industria como una forma de difundir unas ideas que les dén dinero por otro lado.
Si tú calculas que con energías renovables (bueno, con los materiales de litio, uranio y tierras raras que saqueas en Perú, Níger o el Sáhara Occidental y que se usan para las renovables y otras tareas) vas a sacar 5 mil kilos y para conseguirlo tienes que tener al poder político de tu lado, es lógico que dediques 500 kilos (un 1%, ojo) a labores de difundir un discurso favorable a energías renovables. Recuerdo que, cuando Rusia aún no eran malvados, en los autobuses de Madrid figuraba un letrero que decía: «Este autobús ecológico funciona con gas natural».
Ahí entras en dinámicas como comprar un paquete de acciones de un periódico o de una cadena de televisión. Aunque son muy deficitarias. La penetración del cine y su rentabilidad (aunque siempre hay fracasos) es mayor, aunque el discurso tiene que disimularse. Estos fondos han visto en el videojuego una oportunidad parecida.
Además, hay que tener en cuenta el efecto orquesta. Cuando acabó la Guerra Fría, y necesitando Estados Unidos e Israel justificar su hegemonía basada en actividad belicista, se saca de la manga el mito del Desembarco de Normandía y de la liberación de Europa y empiezan a slaor Salvar al Soldado Ryan, Hermanos de Sangre, La Lista de Schindler, Call of Duty, Medal of Honor...
Sí, vale, esas fueron rentables, pero también hubo pelis y juegos de la época con el monotema del momento que eran pura broza y que debieron dilapidar muchísima pasta. Había intereses de ganar MUCHO dinero (mucho más que el que puedan producir todos los videojuegos juntos) y, para ello, había que tener una campaña orquestada. Así, hoy mucha población joven europea cree que la IIGM es la única guerra verdaderamente justificable y que fue Estados Unidos quien acabó con el nazismo.