El método es sencillo, consumir heroína.
Es algo que llevo observando durante mucho tiempo y hoy lo he recordado al ver un podcast en el que entrevistaban a un ex heroinómano, que empezó con 15 años y estuvo consumiendo durante 30, ahora tiene 58 y full melena impoluta:
Mirad al puto Miguelet, el tío lo ves y no sabes como sigue vivo, pero ¿Y esa densidad? ¿Y esa línea del pelo? Impecable:
En esta foto tenemos a un tipo a la derecha que probablemente no se ha metido heroína en su vida, pero está muerto en vida. En cambio, a su izquierda, Antonio Vega (mi padre) con melena impoluta de un chaval adolescente:
Y así una y otra vez, veo un patrón. Creo que es importante llegar al punto en el que adquieres ese clásico look de consumidor de heroina, muy, muy chupado y con esas facciones tan típicas. Una vez alcanzas ese punto parece que algo ocurre y consigues inmunidad total a la alopecia. A lo mejor la heroína termina durmiendo o matando los receptores capilares de DHT, podría ir por ahí la cosa.
Por lo tanto recomiendo empezar a consumirla muy joven y en altas dosis. Los que tenéis hijos ahora mismo aun estáis a tiempo de salvarlos de la calvicie. Es cierto que tiene algunos efectos secundarios, pero son nimiedades al lado de ser calvo.
Cuando recoja el premio Nobel por este descubrimiento, recordaré mencionar a Reflotes en el discurso.
Saludos.