Me van los extremos, así que para 1980 pasamos del blanco y negro al colorinchi sobresaturado.
Película N° 138
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Porque no tuve suficiente con Barbarella, aquí me hallo otra vez ante una horterada sci-fi de baratillo. Sinceramente no se qué pretendían con este fistro de película aunque con algunos actores que salen me imagino que un blockbuster. Lo que pasa es que no vale con una buena historia y un par de nombres conocidos, se necesita presupuesto para los efectos, situaciones interesantes y un protagonista carismático.
En Barbarella al menos teníamos a Jane Fonda luciendo cacho, aquí tenemos a un rubito de gym con la capacidad actoral de un mejillón. Allí teníamos efectos especiales cutrongos, aquí los mismos efectos cutrongos.......12 años después. Con Barbarella te ries por las tonterías de comedieta, con Flash Gordon te ríes de lo mala que es y más teniendo en cuenta que se supone que es una peli seria.
En lo único que coinciden es en la banda sonora potente, una con su estilo pop sesentero y otra con el temazo de Queen.
Por lo demás Flash Gordon es el sueño fentanílico de cualquier diseñador de modas, donde el exceso y los colores chillones se juntan con el brilli brilli y la saturación cromática a tope de power creando un vestuario estrambótico que te hipnotizará hasta derretir tus córneas.
De las actuaciones mejor no hablar. Entre los que son malos a rabiar (como el prota y la chica) y los que se ven inmersos en este desastre (como Dalton) al final pierdes un poco el interés de lo que van a decir porque realmente sigues pegado a la pantalla esperando la próxima flipada que sin duda se avecina.
Flash Gordon es excesiva, tanto en su planteamiento para el presupuesto que tiene como en su diseño, excesivo en su vestuario, con unas escenas tan exageradas como ridículas, cutre pero encantadoramente hortera.
Pero merece la pena verla solo por esos momentos de batallas aéreas y rayitos laser con el "Flash.....aaaahhh" de su BSO a todo volumen.
Nota - 4