España dejará de ser oficialmente un país de clima mediterráneo hacia el año 2050, para situarse dentro de una clasificación mucho más cálida: esteparia e incluso desértica. Así lo establece un estudio que ha elaborado el Centre de Política del Sòl i Valoracions de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). El progresivo calentamiento que sufre la Península, sobre todo en su vertiente mediterránea, y Baleares, se está notando de año en año y muy pronto tendrá nuevas consecuencias.
El estudio ha sido presentado el Congreso Internacional de Meteorología de la European Meteorological Society (EMS 2024) y analiza la evolución de las temperaturas y las precipitaciones en España desde los años 70 hasta 2022, lo que permite presagiar qué suceder en las próximas décadas si la tendencia continúa como hasta ahora.
Las cifras que contiene el estudio son especialmente elocuentes: las precipitaciones en España se reducirían entre un 14% y un 20% respecto a las cantidades actuales. Y, además, “el clima de España es previsible que varíe desde un clima mediterráneo hasta un clima cálido estepario en el sistema de clasificación de Köppen”, la escala habitualmente usada para los diferentes tipos de clima del planeta.
Los autores del estudio, Blanca Arellano, Qianhui Zheng y Josep Roca, “más del 40% del territorio ha pasado de un clima templado a uno seco, lo que confirma la tendencia a una disminución progresiva de las precipitaciones”.
En consecuencia, “es especialmente notable la drástica reducción del clima mediterráneo típico, que pasaría de representar el 24,43% del territorio peninsular e insular en el periodo 1971-2000 al 10,13% en el periodo 2040-2060.
No solo eso. Los climas catalogados como “desérticos” aumentarán “de forma significativa, pasando de representar menos del 1% del territorio en 1971-2000 a más del 10% en un futuro próximo”, señala el estudio.
Este tipo de clima más extremo, en los que la pluviosidad es especialmente baja, se localizará sobre todo en el litoral mediterráneo y en el valle del Ebro.
Peor de lo que se creía
Estos resultados son especialmente preocupantes, porque contradicen otras investigaciones anteriores, que sugerían una evolución menos extrema y en la que el clima mediterráneo tradicional seguiría siendo el predominante.
Lejos de ellos, el equipo de la Universitat Politècnica de Catalunya señala que “si se mantienen las tendencias del periodo 1971-2000, a mediados de este siglo el clima será sensiblemente más cálido y seco, con predominio de la España esteparia e incluso desértica”.
Todo ello, en el supuesto de que se sigua la tendencia actual de calentamiento, pues la situación aún sería más grave en el caso de que se acelere dicho proceso, o más benigna si mejoraran las condiciones antes del plazo analizado.
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