Hay algo de morbo y romantización en el desafiar abiertamente la ley y en el jugar con lo prohibido y romper los tabúes más sagrados y oscuros. Al final es ficción, y afortunadamente muy pocos tendrían a la hora de la verdad las pelotas y los pocos sentimientos para acabar con una vida o cargar toda la vida con el estigma de presidiario por el subidón de pasar un fardo.
Es un poco como la pornografía, hay muchos vídeos "raros" con muchos visionados, contenido que de estar ahí delante donde no sólo los ojos sino el gusto y el olfato también entran en juego, de morboso y excitante seguro que tienen entre poco y nada.
Luego, como aparte, también están los aborrescentes y demás personas con la etapa de vida de tener la cabeza vacía, donde Pablo Escobar era el amo por pasar droga ya que a mí me gusta la droga o escuchar reggae que no soportas en realidad porque Bob Marley se fumaba unos trocolos como la Antorcha Olímpica como yo y defendía en público la legalización. Esa gente con la edad espabila.