En principio era para bien, una herramienta más para que se escuche al jugador. El problema es que realmente está ejercido por una caterva de mononeuronales bastante curiosa: los que protestan en otros juegos de la compañía que poco tienen que ver, los que ni lo han tocado, los que se les ve a la legua el amor/odio a la marca o compañía, ceros puros poe motivos políticos o ideológicos...
Toda esta gente obviamente tiene derecho a decir su opinión, aunque me parece lo esperable y lo más normal no hacerles ni puto caso.