Los españoles son unos racistas hijos de la gran puta, pero justo por eso me siento como en casa, son como yo.
Ahora en serio, devuelvan el oro, que ya fueron muchos años de la bromita.
Más en serio aún: yo nunca me he sentido víctima de racismo ni aquí, ni en Pacotes ni en Meri, y mira que esos años eran aún más bestias que ahora. Yo, como la mayoría, vengo a pasarla bien y me tomo todo a cachondeo. Además, como bien han dicho, aquí nos cagamos en todos por igual, no hay que discriminar.