33. Uncharted 4 : A thief's end
100% - 22 horas
El canto de cisne de una saga que pese a sus altibajos e irregularidad, ha conseguido situarse en el imaginario colectivo, en gran parte por sus carismáticos personajes.
Y es que en esta entrega ND tomó una decisión arriesgada, al mezclar la fórmula del exitoso primer TLOU con la propia de esta saga. Arriesgada porque aleja esta entrega de la acción constante y el estilo desenfadado de su narrativa, que caracterizaba a los tres antecesores.
Por supuesto seguimos teniendo muchísima acción, y Drake sigue siendo tan socarrón y adorable como siempre, pero en la parte de la acción tenemos las set pieces mucho más distanciadas entre sí, más impactantes quizás, pero con muchos menos enemigos de por medio. Y el tono de la narrativa y el desarrollo de personajes es más complejo, profundo, oscuro por momentos.
Y esto bien puede no casar con los amantes de la fórmula clásica, y es respetable, pero me parece objetivo que el giro de fórmula consigue que tengamos un mejor producto. Al menos uno mejor que la primera y la tercera entrega. La segunda entrega es otro cantar, y me parece justo seguir considerándola la Die Hard de los videojuegos.
Un buen guión, que nos hace viajar por medio mundo lo cual nos permite observar estampas, escenarios, que se quedan en la retina. Una historia de piratas con reminiscencias de las aventuras pulp de los años 20, simple pero directa, que sirve muy bien a unos personajes totalmente estereotipados pero llenos de carisma, que no callan ni un minuto, rellenado con conversaciones interesantes, que nos otorgan más contexto, secciones jugablemente que se sentirían vacías sin ellas.
En aspectos narrativos supone un cierre perfecto si no para la franquicia si al menos para el personaje principal. El universo construido puede seguir siendo aprovechable. Pero Drake se ha ganado su bien merecido descanso.
Esto acompañado de un apartado gráfico que sigue siendo muy competente actualmente, incluso impactante por momentos, aderezado por el siempre gran nivel artístico de los juegos de ND. Una auténtica delicia al respecto.
Un diseño de niveles menos encorsetado que en entregas anteriores, incluso un par de escenarios semi sandbox que nos permite disfrutar de algo de libertad. Lo cual fomenta algo más la exploración. Esto conlleva un juego con un ritmo mucho más pausado, incluso trayendo a la palestra un puñado de puzzles.
No todo es positivo en este aspecto pues también provoca ciertos altibajos en el frame pacing del juego. En mi opinión se había mejorado metiendo una exploración más satisfactoria, algo más allá de la búsqueda de coleccionables, y puzzles más sesudos.
El gunplay sin embargo sigue sin ser todo lo preciso que debería ser. Se siente pesado, tosco. Fallamos tiros que sentimos certeros a los mandos, pero por algún motivo se desvían en el trayecto. No se si es algo buscado por el estudio en post de un mayor realismo, o fallos del gameplay. Sea como sea se siente erróneo, y es un dolor de muelas en dificultades altas.
En definitiva, no es un juego perfecto, es arriesgado en ciertos aspectos para la saga, se posiciona incluso como esclava de su, ahora, saga mayor, TLOU, pero se juega y termina con una perenne sonrisa de oreja a oreja.
Me pareció un juego notable la primera vez que lo jugué en su salida. A día de hoy me parece que brilla más de lo que puede vislumbrar entonces. Vuela más alto y levanta las malas sensaciones que dejan alguno de sus predecesores.