Que tienen un sitio en el infierno reservado junto a los que hablan alto por el móvil.
En serio, a los de alrededor no nos interesa con quién tuviste una cita ayer, qué problema tengas en el trabajo o cómo está tu tía Conchi de Cuenca, habla por el puto móvil en voz baja, coño, que la persona al otro lado de la línea te va a escuchar igualmente.