Piensa que tras millones de años de evolución, desde que no éramos más que meros microbios unicelulares han ocurrido extinciones, pandemias, guerras, hambrunas... Y tú, sí, sí, tú que me estás leyendo, vas a ser el único que no ha conseguido reproducirse. Tu linaje acaba contigo. Así que ya puedes levantarte de la silla, quitarte los Doritos de la camiseta, subir la persiana para que se aireé la habitación, ponerte bien guapo y salir está noche a buscar una buena moza.