FranXK Pedazo sede de la gran empresa de telecomunicaciones que ha ganado los contratos del Barça, se nota que ha subido el precio de la vivienda.
Grande Laporta con su socio Ruslan Bîrlădeanu. Un nuevo pieza que pulula por el Barça, que es celebridad en su país por múltiples fraudes inmobiliarios.
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El nuevo ‘amigo’ de Laporta, Ruslan Bîrlădeanu, en el centro de la polémica.
Entre los personajes que el laportismo va incorporando a su personal galería de los horrores, el último en añadirse es Ruslan Bîrlădeanu, un desconocido en el entorno barcelonista que, de la noche a la mañana, se ha convertido en el perfil más buscado y comentado en las redes por su pasado turbulento, plagado de escándalos y de acusaciones de fraudes empresariales y su presente como el alto ejecutivo en el que recaerá la dirección y gestión de dos ámbitos de negocio capaces de mover unos 100 millones anuales a partir de que acaben las obras del Barça en Les Corts.
Por un lado, la empresa de Ruslan Bîrlădeanu y de su socio español Francisco Maza, New Era Visionary Group LLC, controlará la comercialización de 300 asientos VIP durante 30 años en el nuevo Spotify y si en algún momento de la historia se completa el Espai Barça, la cobertura 5G del conjunto de las instalaciones y equipamientos del club, además del estadio, ambos caramelos adjudicadas a dedo por Joan Laporta a New Era Visionary Group (NEVG).
Más allá de que tanto NEVG -con sociedad matriz radicada en el emirato discretísimo y favorito de las empresas más opacas, Ras Al-Khaimah, que opera desde un coworking-, como su filial ibérica -inscrita en un piso modesto y particular en el barrio de Sant Andreu- fueron creadas no hace ni un año con el mínimo capital (3.000 euros en el caso de la española), no existe tampoco el menor indicio ni acreditación de su capacidad profesional, actividad curricular, listado de clientes o experiencia en ninguno de los dos sectores en los que se presenta al mundo como líder internacional.
A pesar de ser una sociedad minúscula, novata y recién aterrizada en este escenario de actividades tan competitivas, para el desarrollo de la cobertura 5G del amplio espacio barcelonista fue la elegida antes que Telefónica o Cellnex, que también optaban por ese contrato. En cambio, Laporta sí aprobó -o mejor dicho, decidió- que NEVG liderara el desarrollo del servicio de internet y telecomunicaciones del Barça del futuro con la tecnología de Orange, el operador inicialmente elegido. NEVG, de hecho, ejercerá una especie de intermediación que, no hace falta ni decirlo, implementará un incremento del coste del servicio sin aportar medios, conocimientos, logística ni especialización.
Un negocio redondo para el tal Ruslan Bîrlădeanu y su socio Francisco Maza, tan desconocido empresarialmente como NEVG, la afortunada y sorprendente titular desde primeros de enero pasado de la graciosa concesión de al menos 300 asientos VIP para su comercialización, nada menos que por 30 años. Según el acuerdo, NEVG pagará por el precio base de esos asientos -aún por estipular- y se embolsará íntegro el beneficio de su reventa, en este caso consentida por el FC Barcelona. Los expertos calculan el beneficio aproximado en no menos de 250 millones que el Barça dejará de ingresar.
Los directivos de Laporta, sin embargo, habían sabido por boca del propio presidente en una reunión de junta anterior que esta concesión estaba cerrada con Legends, empresa reconocida del sector que, por ejemplo, ya explota en la actualidad un porcentaje de las mejores localidades del nuevo Bernabéu, lo que quiere decir que en esta puja también Ruslan Bîrlădeanu ha sido capaz de convencer a Laporta de que sus expectativas, que no sus credenciales y méritos profesionales, superan al resto, incluidas las más reputadas, como Legends.
La especialidad del empresario moldavo es otra bien distinta, según han resumido diferentes medios que han rastreado su pasado y han revelado su estrecha relación con el director de compras del organigrama familiar de Laporta, César Martínez, de los preferidos del círculo más personal del presidente que se ganó su confianza tras la etapa de Ferran Reverter como CEO.
En su país, Moldavia, es toda una celebridad tras su escandalosa y polémica acusación de fraude inmobiliario de millones de euros. Según publicó en 2013 el medio moldavo Point, Bîrlădeanu había creado y presidía la promotora inmobiliaria Locuințe pentru Toți –Vivienda para Todos–, una constructora que vendía pisos sobre plano quebrada en 2010 sin que apareciera el dinero invertido por cientos de ciudadanos. Aunque Bîrlădeanu fue acusado de fraude por la Fiscalía, nunca llegó a ser juzgado, algo bastante común en estos casos de corrupción en repúblicas exsoviéticas. No obstante, uno de los afectados fue el primer ministro de Moldavia en aquella época, Vladimir Filat, que había invertido 100.000 euros en el proyecto. Filat recuperó sus fondos, no así el resto de afectados, que acabaron atrapados en un prolongado laberinto judicial. Cuando la justicia embargó las cuentas de la empresa, ya no había dinero y tampoco se habían construido los centenares de pisos prometidos. La quiebra dejó 300 perjudicados y entre 3 y 5 millones de euros de la época volatilizados. Todavía en 2021, el Ayuntamiento de Chisinau, la capital de Moldavia, tuvo que pagar 3,4 millones de euros a la empresa, ya bajo administración judicial, por su responsabilidad en lo acontecido. Pero por ese entonces Bîrlădeanu ya no estaba vinculado a la sociedad. En aquel momento, entre otras responsabilidades, administraba en el Reino Unido la sociedad Stars Save Lives LTD, propiedad de Daniel Alves, el exjugador del FC Barcelona posteriormente condenado por violación.
Desde entonces se ha buscado la vida cerrando acuerdos comerciales entre empresas de EE. UU. y Moldavia hasta que, de pronto, su nombre ha vuelto a la primera línea mediática por ser el elegido de Laporta en negocios de enorme trascendencia para la imagen del club. Curiosamente, Laporta ha conseguido que Ruslan Bîrlădeanu, también un reconocido partidario de estrechar lazos con la Rusia de Vladimir Putin, protagonice una ponencia el próximo en el Mobile World Congress de Barcelona como el jefe estrella de New Era Visionary Group LLC, el official telecom operator del FC Barcelona. Y eso es lo que formalmente es, desde luego, además de haberse hecho con 300 asientos VIP del nuevo Spotify y, lo que resulta más inexplicable, haber transferido al Barça 28 millones el día 2 de enero para salvar el fair play financiero del Barça y poder inscribir a Dani Olmo, al menos a los ojos del CSD. Sin duda es alguien muy bien conectado.
