Pongo aquí la descripción que le hice a Inkisidor del personaje:
Es un troll: fuerte, resistente, grande, intelectualmente limitado: tonto a veces. pero la forma en que me gusta definir su inteligencia no es como “tonto”, sino que tiene mucho pensamiento lateral y llega a conclusiones erróneas pero lógicas siguiendo su línea de argumentación simple, y que no son nada previsibles.
Él es consciente de su limitación intelectual, y eso le genera un complejo: siempre va a intentar aparentar que no es tonto. Va a intentar demostrar que él también puede ser listo. Es algo que le afecta emocionalmente y va a estar a la defensiva o intentando ocultar que no entiende algo.
En cierto sentido, es como un niño pequeño: se enrabieta con facilidad y no saber cómo reaccionar emocionalmente puede ponerlo violento o ser tremendamente obstinado por no dar la razón.
Otra cosa que lo caracteriza es su arma: es un palo (como un garrote) de un material muy resistente y raro, pesado aunque él es capaz de blandirlo con facilidad. Se llama “El Palo” (para qué complicarse más con el nombre, piensa él) y no hay nada más importante para él, le tiene mucho apego. Si alguien intenta tocarlo se pone nervioso y reacciona con agresividad sin pensar mucho.
🍗🍗🍗
Y el "origen", cómo se unió a la compañía de mercenarios:
Dos Mandobles salió con un grupo a estudiar un extraño suceso: una familia de manticoras estaba siendo eliminada anónimamente… ¡antes de que se ofreciera recompensa por ellas! Alguien no entendía cómo funcionaba el negocio o algo raro pasaba.
Cerca del nido se encontraron a Grunt, un troll que estaba luchando contra la manticora madre: llegaron a tiempo de ver cómo le daba con un garrote gigante y hecho de un material que no fueron capaces de reconocer en el cráneo, matándola de un golpe. Se acercaron y el troll no les atacó pero sí les advirtió que la había matado él, y que la carne era suya. El instinto de Dos Mandobles le hizo darse cuenta de que el troll no solo sabía luchar sino que parecía carecer de la maldad típica de muchos de su especie: decidió arriesgarse y llevárselo consigo, sin duda un troll a su servicio daría renombre a la banda e inspiraría terror en sus enemigos.
Le preguntó si tenía hambre, si quería ir con ellos como miembro de la banda, que le darían de comer. El troll le preguntó que cuánto podría comer. Dos Mandobles le respondió que todos los días.
–¿Una vez todos los días? –preguntó Grunt como tratando de asegurarse que había escuchado bien.
–No: no una, sino tres veces al día –Grunt abrió mucho los ojos, sorprendido de aquella respuesta.
–¿Tres veces todos los días, seguro?
–Tres veces al día todos los días.
Sonrió, maravillado ante la suerte que tenía de haberse encontrado con esos mercenarios, cargó la manticora al hombro y los acompañó al campamento.
Grunt resultó ser un troll bonachón, inofensivo salvo cuando se metían con él -o salvo cuando él creía que se metían con él. No mataba el ganado a escondidas, no robaba, y en general, era lo suficientemente manejable como para que mereciera la pena tenerlo en la banda, aunque de vez en cuando se metiera en problemas, en unas ocasiones porque intentaban abusar de él, y otras por iniciativa propia dada su peculiar forma de pensar a veces…