En cualquier sobremesa tienes juegos que te salen por las orejas.
En todo caso se podría hablar de que estamos ante la generación más impersonal de todas. Casi todo lo que se lanza es multi (en vertical y horizontal) y cada vez hay menos catálogo exclusivo que marque diferencias. Sea en consola, en PC, con mando de Xbox o de PS, terminas jugando a lo mismo, lo que para el usuario es positivo, pero se desdibujan unas fronteras entre plataformas que antaño estaban más marcadas.
Bendito problema en cualquier caso.