Lo que hoy se han enseñado son dos juegazos, uno con serías posibilidades de ponerse entre los mejores de la historia y otro con serias posibilidades de devolver el prestigio a una saga que tuvo una época muy oscura.
Cualquier xboxer vendería a su madre y a su perro en un pack con un lacito puesto por poder tener cualquiera de esos juegos.