Seré conciso, Shearer. El hecho de que no hayas siquiera leído la obra -revelado por ti mismo-, la cual categorizas como "el nacionalismo hecho libro", ya, de por sí, bastaría para que estuviéramos riéndonos de ti lo que queda de mes, por ignorante y necio. La razoń de tu ignorancia nos la has revelado tú, y la de tu necedad también tú, al tratar de reseñar e incluso dotar de sobrenombre el contenido de algo que desconoces. Si tuvieras algo más de chispa, te habrías callado a este respecto, o al menos fingido no hablar movido más por la inquina personal que por la razón.
La opinión que tú, o cualquier otra persona, yo incluido, podamos tener sobre El Quijote en este foro no cambia nada. No cambiará su consideración a nivel global ni por supuesto lo hará en las grandes esferas de la erudición literaria, donde se consagró hace siglos como una obra cumbre de la literatura universal y es, por supuesto, la obra en prosa más importante que se ha escrito jamás en nuestra lengua -que ya es decir, considerando que España, en su momento, fue inequívocamente el paradigma mundial de la literatura-.
Lo que es una lástima, es que alguien español, más que ningún otro, no sólo rechace la obra en sí, sino que trate de menoscabar su impacto y su talla cualitativa debido no a su conocimiento particular de la misma -que ni has leído- sino a un factor terciario como es el hecho de que uno de los interlocutores, en este caso yo, te haya llamado -en otro contexto y situaciones distintas- mancazo monumental (porque lo eres), y El Quijote deba pagar los platos rotos.
Independientemente de la consideración que puedas hacer -estultamente- de la obra, una cosa es clara: ni el más manco de Lepanto podría haberte hecho sombra.