Rachel
Flintbane deja que Rachel hable sin interrumpirla, limitándose a observarla con una ceja enarcada y el humo de su pipa marcando el compás de su paciencia. Cuando ella agacha la cabeza, algo en su gesto se suaviza, apenas perceptible. Tal vez sea respeto, tal vez solo alivio de que no haya discusión.
"Buena chica," murmura, sin burla en esta ocasión—. "Recoged vuestras cosas, los caballos… y os deseo viento favorable en la espalda."
Pero cuando Rachel pregunta por la hierba, el capitán suelta una risa seca, que sacude levemente su pecho. Se recuesta contra la mesa, quitándose la pipa de los labios.
"¿Hierba? En Secomber la venden por saco y sin esconderse. Medianos, ya sabes. Plantan más de lo que fuman, y fuman más de lo que venden."
Hace una pausa breve, mirando por el ojo de buey empañado.
"Pero si lo que quieres es algo más discreto, en Loudwater encontrarás a uno que sabe moverse. Se llama Oswin Zurrapelo, tiene una tienda de cosas variadas cerca de la Capilla de las Mil Voces, justo antes del cementerio. Vende alfileres, botones… y algo que te hará ver la luna hasta en la noche más nublada."
Vuelve a colocar la pipa en los labios y le da una calada lenta. La ceniza cae como una nevada pequeña sobre los mapas extendidos.
"Dile que vas de parte del Capitán. No te hará rebaja, pero sonreirá."
Cuando Rachel ya está girando el pomo de la puerta para salir, la voz de Flintbane la detiene una vez más. No ha cambiado de expresión, pero sus ojos están clavados en ella, como si evaluaran un futuro al que aún no han llegado.
"Una última cosa, muchacha," dice, con ese tono grave y rasposo que suena como madera vieja. "Si hay algo que he aprendido en todos mis años de navegar en la Costa de la Espada... es que los Vaeltharyn no sueltan a su presa."
Hace una pausa, sus dedos tamborilean sobre el mapa.
"Y el Lucero del Alba... ese en concreto, es como un anzuelo con espinas. Cuanto más luchas por zafarte, más te desangras."
Levanta por fin la vista hacia ella, la voz baja, firme, sin florituras:
"Sus garras llegan desde Amn a Nuncainvierno, desde Daggerford hasta Ilinvur. Si tú y los tuyos queréis evitar un enfrentamiento que no podéis ganar, más os vale encontrar una forma de desaparecer... sin dejar estela en el agua."
Vuelve a su mapa como si nada. El momento ha pasado.
"Puedes marcharte."