Yo empecé por el 1 de PS2, años después de su salida, pero muchísimo antes de que la saga explotasen en popularidad. De aquella era algo que jugaban cuatro gatos. No os voy a engañar, me pareció un pestiño de juego, me costó demasiado entrar en su mundo, y de aquella la consola daba para lo que daba.
Bastante después, ya con el Zero en el mercado, decidí darle otra oportunidad y mi opinión cambió radicalmente, diría que es uno de mis juegos favoritos. El problema es... que el resto de la saga no está a la altura. Desde entonces he jugado Kiwami, Kiwami 2, 3, y el 7. Dejando de lado el 7, los otros 3 me han parecido cada uno peor que el anterior.
La saga en sí es muy dada a ciertas japonesadas y a giros de guion absurdos, pero para mí en Zero tiene el equilibrio perfecto como para que pueda tomármelo en serio y disfrutarlas. Por el contrario en Kiwami 2, por ejemplo, todo el final me pareció tan despropósito que el juego perdió enteros para mí. Los minijuegos del Zero también me parecen bastante superiores a los de otras entregas, aunque ahí al final hay que tener en cuenta que son básicamente remakes de los juegos de PS2, hay mucho camino andado.
Dicho esto, y aunque normalmente soy defensor de la filosofía de nuestro amigo Berti de jugar todo de salida, aquí recomiendo entrar directamente por el Zero. Te podrás perder algunas referencias, pero nada particularmente importante, sirve perfectamente como punto de entrada, y, en mi opinión, Kiwami se disfruta muchísimo más con el trasfondo de Zero.