Ren yo cuando decían nhk les cerraba en la cara sin dejarles ni hablar.
Sólo las dos primeras veces escuché viendo como me intentaban acorralar verbalmente, pero años esquivando dialecticamente a los captadores de ONGs me dio experiencia suficiente para no ceder nunca.
A mi mujer casi se la cuelan para domiciliarlo, y al entrar a casa a mirar lo del banco le dije que qué narices hacía, salí yo y les mandé a paseo.
Desde que me mudé hace un año aún no ha venido nadie.
Por cierto, hay un partido político que esta en contra de la nhk y si lo solicitas te dan pegatinas que les espantan para poner en la puerta. Yo no tengo, pero las he visto en la calle.