OscarPM
El combate es muy superior al de Nier Automata. Resulta más técnico y gratificante a medida que desbloqueas nuevas habilidades a través de distintos árboles. El sistema juega mucho con esquivas y bloqueos, permitiéndote aturdir al enemigo para contraatacar o ejecutar un remate, pero no exige dominarlos a la perfección para disfrutarlo. Aun así, mantiene un ritmo frenético gracias a su variedad de combos, ataques especiales y parries. Además, es bastante vistoso.
También cuentas con un arma a distancia con diferentes tipos de munición, además de granadas y minas como consumibles, aunque ambas cosas tienen un papel más de apoyo.
Un punto fuerte es la personalización del personaje. El equipamiento de Eve y la variedad de ataques permite modificar tu estilo de juego con piezas que otorgan mejoras pasivas en daño, defensa, curación o recarga de energía (necesaria para los ataques especiales).
En lo estético, puedes vestir a Eve con múltiples trajes y accesorios, que no afectan al gameplay salvo uno: el traje de piel, que aumenta la dificultad al desactivar los escudos, haciendo que cualquier golpe impacte directamente en la barra de vida.
El diseño de enemigos está bien estética y jugablemente, aunque donde realmente brilla es en los enfrentamientos contra jefes. Son espectaculares.
En cuanto a la dificultad, no me pareció especialmente alta (jugué en Normal, la máxima disponible en la primera partida). El inicio es lo más exigente, pero al desbloquear nuevas herramientas te vuelves más letal y tienes mayor margen de error. Salvo algún jefe especialmente rápido y difícil de bloquear, el resto son bastante asequibles. Eso sí, en el tramo final hay un pico de dificultad notable, tanto por la intensidad del combate como por no poder desviarte para entrenar. Aun así, no me pareció tan duro como lo pintaba alguna review. El traje de piel que menciono lo hace más desafiante al eliminar tu defensa.
No lo he probado, pero según comentan, el modo Difícil sube bastante la exigencia. Los enemigos son más resistentes y hacen más daño, y leí que si bloqueas sin hacer un parry perfecto, recibes daño igualmente. A cambio, desbloquea el acceso a más habilidades. Por desgracia, solo está disponible en NG+, salvo que lo hayan cambiado en alguna actualización o en esta Complete Edition.
Fuera del combate, el ritmo recuerda mucho a Nier Automata. Aunque no es un mundo abierto, ofrece bastante exploración, con recompensas como equipo, mejoras de arma, energía o salud, y coleccionables (como latas de refresco, trajes y accesorios estéticos y fragmentos de lore). Hay caminos ocultos, algo de backtracking, secciones de plataformeo y puzles (sencillos, pero que aportan variedad). El diseño de niveles me sorprendió para bien.
En el mapa encontrarás campamentos, que funcionan como las hogueras de los Souls (Soulslikeeee). Sirven para descansar (lo que hace reaparecer a los enemigos), recargar pociones, comprar objetos, mejorar al personaje y usar el viaje rápido. Eso sí, el viaje rápido, aunque funcional dentro de una misma zona, se vuelve tedioso al moverte entre zonas distintas.
Sin embargo, lo que es una cagada es que cuando accedes al tramo final, hay un punto de no retorno y se vuelve más lineal y cuando terminas el juego tienes que empezar sí o sí el NG+ para volver atrás.
La historia también me sorprendió. No es la hostia y su desarrollo podría estar más pulido, pero tiene momentos destacables y gana interés, sobre todo gracias al lore, en el que se apoya bastante. Los personajes están bien, sin destacar demasiado.
Las misiones secundarias son el punto más flojo. Algunas están bien, pero en general son mediocres. Lo peor es que muchas parecen tener potencial, pero se quedan a medio gas. Al menos, cuando terminas una puedes teletransportarte directamente al NPC correspondiente para completarla.
La banda sonora, junto al combate, es lo mejor del juego. Excelente, con claras reminiscencias de Nier Automata. Gráficamente es potente y a nivel artístico es bastante bueno.
Totalmente recomendable.