Al menos 89 muertos en Texas, de los que ya se han recuperado 75 cadáveres, mientras se mantiene el riesgo de más inundaciones
El riesgo de inundaciones continúa siendo elevado este lunes en el centro de Texas, donde se esperaban más lluvias mientras los equipos de rescate continúan la búsqueda de desaparecidos tras el diluvio del fin de semana que dejó al menos 89 muertos, incluidas 27 niñas, organizadores y monitores que asistían al Campamento Mystic, según el último recuento de las autoridades locales, que precisaron que se han recuperado ya 75 cuerpos sin vida en el condado de Kerr.
Larry Leitha Jr., alguacil del condado de Kerr, uno de los más afectados por el desastre, indicó en una conferencia de prensa que de esos 75 cuerpos recuperados en su zona, 48 eran adultos y otros 27 niños.
Según se indicó en la comparecencia, se desconoce todavía el paradero de otras 41 personas, informa Efe. Las autoridades se mostraron convencidas de que el número de fallecidos aumentaría.
Las inundaciones devastaron el viernes la región conocida como Hill Country, a las afueras de San Antonio, antes de un fin de semana festivo donde la comunidad tenía planeada varias actividades para celebrar ese 4 de julio el Día la Independencia de Estados Unidos
El Servicio Meteorológico Nacional explicó que en un periodo de apenas 12 horas el viernes se acumularon más de 30 centímetros de precipitaciones, lo que elevó el caudal del río Guadalupe, cerca de Hunt, a su segundo nivel más alto registrado, con 9,9 metros de altura.
Reagan Brown, residente del condado de Kerr que como otros comenzaron a limpiar el barro y a salvar lo que podían, contó que sus padres, octogenarios, lograron escapar colina arriba mientras el agua inundaba su hogar en la ciudad de Hunt. Cuando la pareja se enteró de que su vecina de 92 años estaba atrapada en su ático, regresaron y la rescataron. "Luego pudieron llegar a su cobertizo de herramientas en un terreno más alto, y los vecinos comenzaron a llegar allí durante la madrugada, y todos lo resistieron juntos", relató Brown.
A unas pocas millas de distancia, los rescatistas se movían a través de un terreno difícil para continuar su búsqueda de los desaparecidos, incluidas diez niñas y una monitora del Campamento Mystic, un alojamiento de verano solo para niñas que resultó arrasado. Estas cifras aumentaron al paso de las horas cuando el campamento de Texas emitió un comunicado en el que, además, de confirmar 27 muertos entre niños y organizadores y monitores "lamentaba" su pérdida "tras las catastróficas inundaciones en el río Guadalupe".
"Hemos estado en comunicación con las autoridades locales y estatales que están desplegando incansablemente recursos extensos para buscar a nuestras niñas desaparecidas", dijo el campamento en un comunicado publicado en su sitio web. "Estamos profundamente agradecidos por la avalancha de apoyo de la comunidad, los socorristas y los funcionarios en todos los niveles".
El gobernador de Kerr, Greg Abbott, informó de que 41 personas estaban desaparecidas en todo el estado y que podría haber más. Una cifra que horas más tarde confirmaba el jefe de la policía del citado condado.
Se reportaron otras 10 muertes en los condados Travis, Burnet, Kendall, Tom Green y Williamson, según funcionarios locales.
El gobernador advirtió que más lluvias intensas que durarían hasta el martes podrían producir más inundaciones peligrosas, especialmente en lugares ya saturados.
A las familias se les permitió recorrer el campamento a partir de la mañana del domingo. Un hombre cuya hija fue rescatada de una cabaña en el punto más alto del campamento caminó por la orilla del río, buscando entre los árboles y debajo de grandes rocas.
Cerca, cuadrillas con maquinaria pesada extraían troncos de árboles y ramas enredadas del agua mientras buscaban en el río.
Voluntarios y algunas familias de los desaparecidos llegaron a la zona del desastre y buscaron a pesar de que se les pidió que no lo hicieran.
Las autoridades enfrentaban crecientes preguntas sobre si se emitieron suficientes advertencias en un área vulnerable a las inundaciones desde hace mucho tiempo y si se hicieron suficientes preparativos.
El presidente, Donald Trump, firmó una declaración de desastre grave el domingo para el condado Kerr y dijo que probablemente visitaría el viernes: "Lo habría hecho hoy, pero simplemente estaríamos estorbándoles". "Es algo horrible lo que ocurrió, absolutamente horrible", dijo a los periodistas.
El gobernador prometió que las autoridades trabajarán las 24 horas y señaló que se estaban revisando otras áreas a medida que el agua retrocedía. Declaró que el domingo sería un día de oración para el estado.
En Roma, el papa León XIV ofreció oraciones especiales por aquellos afectados por el desastre. El primer pontífice estadounidense de la historia habló en inglés el domingo al final de su bendición del mediodía: "Me gustaría expresar mis sinceras condolencias a todas las familias que han perdido seres queridos, en particular a sus hijas que estaban en el campamento de verano, en el desastre causado por el desbordamiento del río Guadalupe en Texas en Estados Unidos. Oramos por ellos".
Los supervivientes compartieron historias aterradoras de cómo se habían visto arrastrados y se aferraron a árboles mientras las aguas crecidas arrasaban árboles y coches a su alrededor. Otros huyeron a los áticos, rezando para que el agua no los alcanzara.
En el Campamento Mystic, una cabaña llena de niñas se aferró a una cuerda tendida por los rescatistas mientras cruzaban un puente con el agua azotando sus piernas.
Entre los muertos confirmados había una niña de ocho años de Mountain Brook, Alabama, que estaba en el Campamento Mystic, y la directora de otro campamento en esa carretera.
Dos hermanas de Dallas en edad escolar estaban desaparecidas después de que las aguas se llevaran su cabaña. Sus padres estaban en una cabaña distinta y estaban a salvo, pero los abuelos de las niñas no han sido encontrados.
El jueves, el Servicio Meteorológico Nacional advirtió sobre posibles inundaciones y luego envió una serie de alertas de inundaciones repentinas en las primeras horas del viernes antes de activar emergencias de inundaciones repentinas, una alerta inusual que advierte de un peligro inminente.
Las autoridades y los funcionarios electos han dicho que no esperaban una lluvia tan intensa, el equivalente a meses de lluvia para el área.
El administrador de la ciudad de Kerrville, Dalton Rice, dijo que las autoridades están comprometidas con una revisión completa de la respuesta de emergencia.
Cuando se preguntó a Trump si todavía planeaba eliminar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, el mandatario dijo que era algo "de lo que podemos hablar más tarde, pero ahora estamos ocupados trabajando". Ha dicho que quiere reformar, si no eliminar por completo, FEMA y ha criticado duramente su desempeño.
También se le preguntó a Trump si planeaba recontratar a alguno de los meteorólogos federales que fueron despedidos este año como parte de recortes generalizados del gasto gubernamental.
"Creo que no. Esto fue algo que sucedió en segundos. Nadie lo esperaba. Nadie lo vio. Hay personas muy talentosas allí, y no lo vieron", dijo el presidente.
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