Cuando pienso en un juego único (se entiende a gran escala no indies) siempre pienso en el mejor calvo.

Una forma de entender el sigilo única basada en esconderse entre multitudes y con rangos de disfraces, en mapas que son pequeños sandbox abiertos de diseño intrincado. Donde la gracia no es pasarse las misiones matando tu objetivo (eso es un trámite), sino hacerlo bien sin dejar ni un rastro y repetirlas de mil formas probando alternativas cada cual más rocambolesca y original.
Un juego que para lo sobrio que es narrativa y jugablemente, puede llegar ser sorprendentemente arcade con su sistema de puntuación y tiempo.
Una fórmula prácticamente inamovible y única en el medio en la que IO Interactive ha picado piedra durante 25 años hasta encontrar la excelencia con la entrega más reciente. Recomendadisimo si os gusta el sigilo paciente y los juegos sesudos que tratan al jugador con inteligencia.