Pues a mi me gusta que la izquierda siga con el relato de "nuestros niños" y de "la ultraderecha nazi", y sobre todo que sigan con su actitud condescendiente y su postura de ir de moralmente superiores.
Esa actitud de superioridad moral repelente con la que tratan de justificar las miserias que viven otros en sus propias carnes es lo único que a la larga puede hacer que la gente reaccione, y que ocurra un cambio real en la calle y en las urnas.
Hacen falta más internautas inclusives de izquierdas preocupados por quien recoge las fresas, hacen falta más políticos que llamen "ultraderecha" a los vecinos agredidos de un pueblo, y hacen falta muchos más politólogos que cuando salen noticias de una chiquilla violada o un anciano apaleado nos expliquen de manera condescendiente que estos pobres chicos huyen de la pobreza y vienen aquí a ganarse el pan.
Solo con la inestimable ayuda de esa izquierda manipuladora y repelente, que mira al resto con el narcisismo que les permite su falsa e impostada superioridad moral (ya sabéis... Son abolicionistas y puteros), que van señalando con el dedito acusador desde el twitter a las víctimas apaleadas de un pueblo mientras los llaman "ultraderecha y fachas", solo con la ayuda de esa izquierda que niega hasta la realidad más evidente lograremos un cambio político importante.
Desde aquí le doy las gracias a esa izquierda repelente, moralmente superior, homofriendly, feministe, antirraciste, inclusive, e hipócrite, y les animo a que sigan con su inmejorable trabajo como los seres repelentes y narcisistas que son, porque sin ellos y su falsedad los cambios que se intuye que se vienen no serían posibles.
Gracias, muchas gracias por dejar cada vez más claro ese narcisismo que viene de una falsa superioridad moral, por mostrar como es el rostro de la hipocresía, y por permitir que más gente sea consciente de que existe una realidad que siempre tratan de maquillar, ningunear, minimizar, justificar, o incluso negar.