Ronan
El guardia, todavía confundido y con el cerebro medio embotado por la lluvia, responde con sinceridad.
"La mejor forma de salir de aquí… es por el alzador del Barón. Ese que usa para subir sus tesoros cuando le da por hacer inventario. Una plataforma de madera con cadenas y contrapesos, ¿sabes? Baja hasta el patio trasero. Si tenéis suerte, solo habrá uno o dos hombres de guardia. Pero deberíais correr… Matías ha ido de cabeza a la garita." Lo dice con una sonrisa amable, como quien da direcciones a un viajero perdido.
Ronan asiente. Sonríe, breve, afilado, maldiciendo en silencio a Pizz por no estar allí cuando se le necesita. Luego levanta la empuñadura de su espada y, sin furia ni dramatismo, le golpea en el hocico con el mango.
El guardia suelta un suspiro corto, se tambalea, y se desploma con la dignidad de un saco de patatas.