Hack 'n Slash va a ser cuando salga el NiOh 3 y me pegue la viciada padre con @Forista durante la semana que se pille de vacaciones a unos niveles que sólo Dios puede llegar a intuir las horas que le vamos a meter a eso en 7 días.
El Hack'n Slash segurametne sea uno de los subgéneros más difíciles de reconocer que haya y que más se prestan al debate, mayormente porque se trata de uno de los poquísimos géneros en existencia que no pudieron existir tal cual lo conocemos ahora hasta la popularización del videojuego en 3D.
Hoy día, hay que diferenciar entre los Hack'n Slash referidos a los clásicos mata-mata, como Rastan o, qué coño, el Diablo, que son los juegos 2D similares a los beat'em up pero generalmente con un ritmo más acelerado (algo así a la diferencia entre el ritmo de Golden Axe y el de Contra, por poner un ejemplo), y lo que entendemos por Hack'n Slash moderno y de lo que estamos hablando aquí, que son juegos con un diseño muchísimo más instaurado y parecido entre sí, que son los Bayonetta, el MGR, los DMC, NG, etcétera.
GameOver Los Souls destacan por su intrincado y meticuloso diseño de niveles y en sus jefes finales como expresión máxima de la fórmula.
Los Souls (los Souls de From Software, específicamente) tienen una cantidad de animaciones totales ridículamente alta, a tal punto, que no solamente los jefes, sino que cualquier enemigo de mierda que te encuentras por ahí tirado -y no hay pocos- tiene una serie de movimientos propios que en otros juegos serían movimientos dedicados para un élite del mapa de los que hay sólo 2 ó 3.
O sea, va mucho más allá de lo que hacen con los jefes.