Hagaren
Y como estas, tantas otras. Movilizas candidatos que, en el mejor de los casos, sĂłlo preparan su candidatura para optar al puesto fantasma y, en el peor, incluso gastan horas y hasta dĂas de vacaciones porque los equipos de RRHH hasta realizan los primeros cortes de entrevistas para puestos que no existen para dar sensaciĂłn de actividad y crecimiento.
O entrevistarte para tenerte falsamente en plantilla para poder presentar tu perfil ante clientes o licitaciones.
O decir que te llaman casi seguro para que, sabiendo que estás buscando empleo, ganar tiempo hasta que un cliente firme un proyecto ( y consiguiendo en algunos casos que el candidato rechace otros trabajos) y si el proyecto se cae ni te llaman…
Todo eso no es sĂłlo educaciĂłn, ni buena ni mala, es manipular seres humanos porque es barato y muy beneficioso hacerlo sin importarte las consecuencias sobre ellos.
Pero vamos, como si sĂłlo pudiera o tuviera sentido regularse el trato empresa-trabajador despuĂ©s de haber firmado el contrato. Los procesos de selecciĂłn tienen normas claras, no puedes preguntarle a un candidato sobre si tiene familia o pretende formar una en breve, ni sobre si tiene pareja… y seguro que son preguntas que a la empresa le encantarĂa saber para descartar a un candidato, y no hay ningĂşn contrato en ese momento, sencillamente se debe entender que no todo vale en un proceso de contrataciĂłn incluso aunque todavĂa no haya firma de por medio.