La definición y el volumen de Rafa Nadal cuando competía activamente no pueden mantenerse llevando una vida normal. Alguna gente cree -erróneamente- que un ser humano con un cuerpo normal o mínimamente entrenado está capacitado para estar 2, 3, 4, 5 ó 6 horas corriendo detrás de una pelota, de lado a lado de una cancha, esprintando, frenando súbitamente, con cambios de ritmo repentinos, golpeándola, girándose, etcétera.
Rafa está probablemente quemado, y conforme terminó definitivamente su carrera lo mandó todo a tomar por culo y ahora está pegándose la vida padre. No todo el mundo está preparado para aguantar esa exigencia física durante años y Rafa ya demostró estarlo para competir al máximo nivel mundial durante gran parte de su vida.