Como todo en la vida hay momentos y momentos.
Hay momentos para ser curioso, como cuando te acercas a una telaraña y ves como la araña la va tejiendo. Y hay momentos para salir por patas, como cuando se abre un socavón más grande que un edificio.
Pues los chinos estos ahí al borde mirando abajo. No se ha tragado a nadie de milagro.