Dejad de hacer juegos piperos, de comer pipas como en el cine o ante la tele mientras ves las cinemáticas de la historia, sin poder jugar apenas ni un ratejo breve en cada interludio de lo que narráis en largos modos automáticos, y haced de una vez las películas que estáis deseando.
Que sois muchos ya los que tenéis más vocación de cine que de ocio interactivo.