Lamine es un flipado y un crío, le gusta picar y se lo tiene creído. Pero si pierde, como en el clásico del otro día, no se le caen los anillos por ir a dar la mano aunque si le responden como le respondieron pues responde porque callarse no se calla (y a veces debería). No hace un drama cuando se pierde vaya, lo acepta y a otra cosa.
O el año pasado, que se ganó la liga y fue el primero en salir del campo como indicó Flick para no caldear el ambiente.
En el balón de oro lo mismo, se lo llevó Dembelé y Lamine le felicitó y punto. Pero luego te dice que ya lo ganará, pues vale, es un flipado, punto.
Vinicius en cambio si tiene un partido malo monta pollos siderales, llora a los árbitros, manda a segunda a otros equipos, es un piscinero de manual, achaca al racismo que le insulten. Hasta se ha cascado un documental al respecto. Primer brasileño que quiere jugar al fútbol se conoce.
En el clásico ganando tuvo que ser también protagonista por la rabieta al cambiarle y luego la calentada al final del partido. En el balón de oro, que ni fue a recogerlo (esto quizá por el propio equipo en tremenda ridículo que se cascaron), en vez de aceptarlo y felicitar al ganador coge y pone el mensaje ya mítico de eu farei.
Lamine puede ser tremendo flipado y bastante bobo pero lo de Vinicius es otro nivel.