Serizawa se nota que no vives en un sitio que viva de este tipo de turismo. Lo de camperizar una furgoneta o comprarte una autocaravana y aparcarla un mes junto a una playa en el cantábrico es algo relativamente habitual. Y no es sólo los problemas que esto puede ocasionar de congestión o de gestión de residuos en el entorno, sino que de verdad, la gente que hace de eso su forma de vida da MUCHA pereza. Siempre intentando venderte que cagar dentro de un armario es la verdadera salud
Hay tres o cuatro perfiles de gente así:
Hippies perroflas de los que no tienen casi un duro y viven como indigentes porque casi lo son. Los truers, de los que menos hay.
Hiipies pijos AKA nómadas digitales. Fotito para el IG con las nuevas luces del Ikea en la furgo, una taza de té o kombucha, un libro, un animal y las increibles vistas desde una zona seguramente protegida. No se les conoce oficio o beneficio más allá de ser influencer, diseñador (mujeres principalmente) o monitor de surf (hombres)
Marisol y Paco Porras. Jubilados desde que se inventó la jubilación. Autocaravana, toldo, cortavientos, sillas de Decathlon, neveritas con sandía y cervecitas. Están más tostados que Zaplana. Montan el chiringuito allá donde van, aunque acostumbran a ir a campings donde juntarse con otros como ellos y mercadear con tuppers de ensaladilla.
Guiris/Mari Carmen y Borja con apellidos compuestos. Los guiris son la versión rubia que habla raro de todos los anteriores. Hacen esto porque tienen dinero y en su país de origen no hay sol. A nivel adquisitivo están a la altura de Mari Carmen y Borja, que son la versión pija de Marisol y Paco. Quieren darle emoción a su vida viviendo incómodamente en una lata de 100k. A veces jubilados, a veces con sus retoños sacados de un anuncio de Mayoral