Adulemos, más que hablemos.
Últimamente está el compañero @Intolerable jugando todos los Castlevania y mostrándonos su manqueza en directo. Pronto se pondrá con uno de mis juegos favoritos de todos los tiempos, el primer Ninja Gaiden de la Nintendo Entertainment System.
Este juego es conocido sobre todo por su dificultad, pero debido a ésta, hay un cierto elemento por el que pasa completamente inadvertido: su control. El control de Ninja Gaiden, tanto del primero como del segundo, y esto lo habrá notado y reconocerá cualquier persona que los haya jugado, no tiene ningún sentido para la NES. Ninguno. Ni Contra, ni Super Mario Bros., 3, ni Megaman, nada. Absolutamente nada del TOP en cuanto a control de la NES, insisto, la PUTA NES, quiero que hagáis un esfuerzo por recordar cómo era el control estándar de un juego en la NES, incluso de los más excelsos plataformas y arcades en cuanto a movilidad.
Y ahora quiero que recordéis el del primer Ninja Gaiden. Es que no tiene sentido ninguno. La precisión, la movilidad que ofrece, la inercia del muñeco, es algo de otro mundo, está adelantado varias generaciones a esa consola. Menuda burrada.