Debo hacer autocrítica y admitir que en mi anterior mensaje me había propasado. En la vida hay que ser optimista y es verdad que esta temporada hay brotes verdes que invitan a pensar que el fútbol está volviendo a su esplendor y que el hiato 2015-2022 será pronto un infausto recuerdo de una época de escaso valor lúdico-balompedístico.