De malo no tiene nada. Tiene algunos problemas, principalmente lo que comenta de no poder cambiar armas rápidamente hace que tengas que entrar en el menú y ralentizar la acción.
Otro problema es que de inicio el sistema de combate está limitado, no lo entiendes y tampoco existe un tutorial que te vaya explicando paso a paso cómo funciona. Eso hace que las primeras impresiones (cuando no tienes ni los combos) sean muy malas.
Luego está el tema de la creación de armas. Como el tipo de arma y evolución de la misma está relacionada con el tipo de enemigo con el que te vas a enfrentar es fácil que si no entiendes bien cómo funciona todo y sepas más o menos lo que haces te quedes atascado en un boss al que no le quitas nada de vida. En este sentido el crafteo y mejora de armas es esencial, pero de nuevo, navegar por los menús es lento y además el sistema es complejo. La plata es buena para los no muertos pero de nada sirve enfrentarte a un dragón no muerto con una daga de plata, necesitas armas contundentes o de asta para hacerle daño por poner un ejemplo.
Sin embargo, puedes jugar de la forma que quieras. A distancia, con magia, de forma defensiva o totalmente ofensiva. Hay un montón de builds de personaje para experimentar y cada uno se hizo el juego a su manera. Yo jugaba muchísimo con ballesta, lanza y dagas. Puedes organizar los efectos de los combos como te de la gana para orientar el combate como tú quieras y incluso la mecánica Risk no es una limitación, pues subirla tiene ventajas en combate.
El sistema de combate es una barbaridad hoy día, simplemente necesaria un par de QoL y un buen tutorial para dejarlo perfecto. Y desde luego, Vagrant Story como action RPG es de lo mejor que se ha hecho nunca. Matsuno fuma porros.