Aprovechando la llegada “inminente” (nótese el sarcasmo) de System Shock 3 con nada menos que Warren Spector a la cabeza, lanzo esta pregunta: System Shock 1 y System Shock 2, ¿cuál os parece mejor y por qué?
A título personal, me es difícil elegir. Ambos me parecen sendas obras maestras y buques insignia de los immersive sims, por lo que, en lugar de decantarme tajantemente por uno u otro, procederé a enumerar las virtudes y los defectos de cada uno según mi criterio. Cuidadín con los spoilers.
System Shock 1:
-El inicio. A diferencia de su secuela, que nos forzaba a superar un tutorial anodino antes de empezar el juego propiamente dicho, System Shock 1 nos lanza directo a la acción. Abrimos un gabinete, cogemos nuestro equipamiento y comenzamos a abrirnos paso entre el ejército de máquinas y mutantes de Shodan. Un detalle que era especialmente de agradecer a la hora de rejugarlo.
-El Cyberspace. Pese a ser uno de los aspectos más criticados del primer SS, la idea de navegar este universo virtual de polígonos y habitaciones que desafían las leyes de la física siempre me ha parecido muy interesante. Además, el hecho de que el enfrentamiento contra Shodan se llevase a cabo aquí lo convierte en un combate bastante más coherente que la anticlimática batalla final de System Shock 2.
-El backtracking. Los niveles de SS1 son bastante más grandes, enrevesados y laberínticos que los de su secuela, por lo que es inevitable tener que volver sobre nuestros pasos continuamente. A veces incluso era necesario volver a fases anteriores para poder avanzar: desactivar los láseres del nivel 2 tras pasar por zonas posteriores, revisitar todos los niveles del 1 al 6 para recolectar los códigos que nos permitían acceder al reactor… En System Shock 2, quitando un caso muy concreto cerca del final del juego, esto último jamás sucedía.
-Enemigos más duros y en mayores cantidades. Mientras que SS2 es un juego más pausado y atmosférico, SS1 es un no parar de vérnoslas contra robots, androides, zombis, aliens y demás, por lo que nos exige sacar a relucir el amplio arsenal a nuestra disposición constantemente.
System Shock 2:
-Control. Poco más que añadir. Incluso existiendo la Enhanced Edition, el esquema de control y la interfaz del primer System Shock pueden antojarse extremadamente confusos y poco amigables para los estándares de hoy día. System Shock 2, sin perder el característico grado de complejidad de SS1, es bastante más ágil e intuitivo. Sobra aclarar que el combate se beneficia en gran medida de ello.
-Factor terror. En System Shock 2, la munición escasea y las armas tienen deterioro. Esto, sumado a la abundancia de parajes oscuros, el inquietante diseño de los enemigos y la soberbia dirección de sonido, convertía al juego en un auténtico survival horror por momentos. Mención especial al penúltimo nivel, “The Body of the Many”, una pesadilla que parece sacada de las espeluznantes pinturas de Zdzislaw Beksinski.
-Banda sonora. Sin desmerecer la fantástica OST del primer System Shock, la banda sonora de su secuela, que combina pistas tecno/cyberpunk con una música ambiental de lo más inquietante, es de las que nos quedan grabadas a fuego en la memoria durante años y años. Un magnífico trabajo en conjunto de los compositores Ramin Djawadi, Eric Brosius y Josh Randall.
-Más indicaciones. Sin llevarnos de la mano en ningún momento, SS2 ofrece más y mejores indicaciones para evitar que el jugador se sienta desorientado. No hay puzzles indescifrables, las locaciones están correctamente señalizadas, los niveles están mejor aprovechados (no hay habitaciones vacías o sin ninguna utilidad, como sí las había en la Citadel Station) y nuestros objetivos son claros en todo momento. SS1, por el contrario, podía ponerse innecesariamente críptico y obtuso cuando le apetecía.
-Más elementos RPG. System Shock 2 potencia la vertiente rolera que diferenciaba a su antecesor de la mayoría de shooters de la época. Ahora, nuestro avatar tiene estadísticas, una amplia variedad de mejoras por desbloquear y hasta un equivalente a una barra de maná (“psi”, en este caso).
Además de lo anterior, SS2 añade también una mecánica inédita: la investigación. En el juego es habitual encontrar objetos desconocidos, desde materiales extraños que los enemigos dejan caer al morir hasta dispositivos tecnológicos misteriosos, y la única manera de saber lo que hacen es someterlos a un proceso de investigación que requiere mejorar la habilidad correspondiente y buscar una serie de sustancias químicas dispersas por los niveles. Investigar los objetos nos proporcionaba ventajas varias que podían facilitar bastante nuestro paso por la Von Braun.
En fin. Me detengo aquí, que tampoco quiero extenderme demasiado. Como dije al principio, ambos juegos me parecen igual de buenos pese a sus claras diferencias. Añado una pregunta más para terminar: ¿qué esperáis de System Shock 3? ¿Os gustaría que siguiese la estela del primero, o preferís algo más parecido al 2?
Saludos.
TL;DR: mi favorito es el 2, pero ambos son juegazos.