Jarifumi Exacto: no es siempre fácil debido a fuerza de voluntad y demás, pero a nivel consciente es simple a rabiar. Es una puñetera resta.
Si me sueltas en el monte en pelotas, quizás no sería capaz de encender un fuego porque no me sale fácil, pero el triángulo de combustión es similarmente simple en su forma básica: calor + combustible + oxígeno. Ahora, imagina que en ese monte te topas a un corro enorme de gente hablando entre sí con total seriedad:
—Uf, este fuego no empieza eh...
—Tranquilos que sé cómo encenderlo: se llama Método de Mozart. Consiste en tararear música clásica al suelo, y obtienes un fuego en cuestión de meses o semanas si lo haces con constancia.
—Un amigo encendió un fuego apilando piedras según la secuencia de Fibonacci.
—¿Sabéis qué? No entiendo para qué queréis fuego. De hecho, en mi libro explico que es más sano morirse de frío.
—¡Mira mira que el fuego está empezando! ...Ah, no.
—Quizás hacer un fuego no es tan importante. Quizás lo importante es sentir que tienes fuego en el alma.
—He leído en una revista sobre el Sistema del Aguacate. Consiste en comer un aguacate. ¿Alguien tiene un aguacate?
—Yo llevo meses probando el Método del Agua Mojada. Creo que avanza bien.
—Oí algo sobre combinar calor, combustible y oxígeno, pero ufff qué pereza. Voy a probar lo de las piedras y el fetuccine.
—Quizás el fuego no existe. Quizás el verdadero fuego... son los amigos que hicimos por el camino.