Originalmente, Six Days in Fallujah pintaba que iba a ser un juego en tercera persona, parecido a Full Spectrum Warrior, con entornos destruibles. Recuerdo también que en algún sitio lo describieron como que iba a ser un "Survival Horror militar", lo cual a mí me parece una idea tremendísima. Después de leer House to House, escrito por un infante americano que estuvo en la Batalla de Fallujah, entiendo más o menos a qué se referían y me parecía francamente interesante.
Y de ser ése el juego que quieren sacar ahora, todavía me interesaría. Pero no es el caso.
El juego lo cancelaron por aquel entonces porque grupos de presión varios atacaron al juego. La Batalla de Fallujah estaba aún reciente por aquel entonces y la Guerra Global contra el Terror todavía estaba en marcha a full. De estas asociaciones, creo que la más destacada era una de madres de militares, que no querían un juego que, en teoría, frivolizara con las muertes de sus hijos en la guerra. Parte del boycott hubiera sido retirar el juego de las bases militares estadounidenses, lo cual no es poca cosa ni simbólica ni económicamente.
Ahora sale el juego éste, y la verdad, no podría interesarme menos.
Primero, volvemos a la estética de los shooters militares marrones de hace una década, cuando todo era ladrillos y tierra. Yo ya he estoy satisfecha, en ese sentido, gracias.
Luego está el tema de la creación procedural de ambientes. Eso suena muy bien, pero creo que a estas alturas todos sabemos lo que eso significa, especialmente en un juego con entornos realistas: habrá cuatro o cinco modelos de edificio distintos y cada edificio tendrá tres o cuatro variantes, con más o menos agujeros en las paredes para disparar por ellos, y la disposición de los edificios cambiará de partida en partida. Eso es todo. No es algo que me impresione mucho, y suena a otra de esas promesas rotas que el mundo del videojuego saca a la palestra cada poco para volver a fallar, como en el caso de los terrenos destruibles. A otro perro con ese hueso.
Hasta aquí, pues bueno. Ahora estoy en un momento de mi vida que me sobra dinero para comprar videojuegos y quizá si se lo compraran unos amigos míos para jugarlo, no me importaría gastar cuarenta o cincuenta pavos por él.
Pero resulta que hay algo por lo que no paso, y son las declaraciones de los desarrolladores que son de calibre "nuestro juego no es político".
La Batalla de Fallujah no fue una batalla aséptica donde no murió nadie ni se destruyó nada. Fue una ciudad donde murieron cientos de personas, incluidos civiles, se destruyeron miles de hogares y se cometieron acciones que algunos considerarían crímenes de guerra. Todo esto en el marco de una guerra innecesaria y definitivamente criminal, con efectos devastadores para millones de seres humanos.
Querer venderme un juego por el atractivo de basarse en una batalla real, pero separar de la experiencia táctica todo lo que hace real a esa batalla me parece pura pereza y cobardía. Y hacer eso pero presentarme un argumento que sin duda (porque los propios desarrolladores lo han dicho) va a ir de presentarme a Marines americanos como héroes y víctimas, lo cual es parte del modus operandi del imperialismo estadounidense, ya es directamente tomarme por subnormal. Y yo no soy un quinceañero de Alabama que no tiene ni puta idea de por dónde van los tiros y se va a comprar un juego militar porque le molan los tiros y los gimmicks técnicos que cada vez se parecen más al discurso de la IA (que iba a ser inteligencia, y ahora resulta que roba material y lo mezcla malamente). Ya he tenido suficiente de que Estados Unidos me presente a sus matones como héroes de la humanidad, mientras el otro bando son todos monstruos y los civiles son simple atrezzo descartable.
Si el juego sale bien dentro de lo que se propone, pues me alegro, pero los desarrolladores van a lo fácil y contra-polémico. Personalmente, prefiero ponerle unos laureles más merecidos a algo que sea técnicamente ambicioso, y que no trate a su audiencia como gilipollas mientras le hace una paja bajo la mesa al gobierno estadounidense.