Ha ocurrido en Corea del Sur donde la detenida apuñaló a un profesor tras contactar a través de una app para estudiantes. Trató de hacer pasar el crimen por una desaparición voluntaria
Un asesinato de un profesor ha conmocionado a toda Corea del Sur por lo rocambolesco de la historia que hay detrás. Una mujer ha sido detenida como la presunta autora y su perfil ha dejado perplejos a los detectives que han llevado el caso.
Se trata de Jung Yoo-jung, una chica de 23 años que, según su entorno, está verdaderamente obsesionada con los libros y documentales 'true crime' que versan sobre crímenes reales, tal y como relata 'The Korea Times'.
De hecho, admitió haber cometido el asesinato por «mera curiosidad» tras sumergirse durante años en las atrocidades de otros asesinos.
Jung contactó con un profesor a través de una app que pone en contacto a padres con tutores privados para sus hijos. Se hizo pasar por la madre de una niña de 9 años para contratar al maestro, con el que quedó en casa de él.
El día de la cita, la detenida se vistió con un uniforme de estudiante que había comprado por internet para que el profesor le abriera la puerta confiado.
Una vez en el interior de la casa, le apuñaló hasta la muerte tal y como han deslizado los agentes. Después, salió de la vivienda para comprar lejía y bolsas de basura y, al regresar, descuartizó al hombre y guardó las partes del cuerpo en una maleta.
Un taxi hacia el río
Las cámaras de seguridad de la ciudad de Busan captaron a Jung con la maleta con la que cogió un taxi para acercarse al río Nakdong, donde se deshizo del cadáver desmembrado.
Los policías encargados del caso revelaron que la mujer se había llevado el móvil, la cartera y los documentos identificativos del asesinado con el objetivo de hacer pasar el crimen por una desaparición voluntaria, pero su intento de emular algunos de los crímenes sin resolver de la historia le salió mal, pese a las horas y horas invertidas en documentarse.
https://www.abc.es/recreo/mujer-obsesionada-documentales-true-crime-mata-descuartiza-20230606192000-nt.html#vca=rrss&vmc=abc-es&vso=tw&vli=cm-general&_tcode=YnZoam8y
Esta vez la curiosidad no mató al gato, sino a un desconocido.
Pues nada, otra perturbada más que añadir a la lista. No podía haberse hecho ella misma un tajo y ver qué se sentía. Igual se podía haber hecho a la idea más rápidamente.