Agua Cancelo como jugador es un pepinaco y tiene los dedos de frente justos, pero es buen chaval. Al menos eso demostró en Valencia, no es el típico jugador como Dembo, idiota del todo, o un tipo de dudosa moralidad como tantos. Un poco tonto pero no mucho.
Aquí se adaptó a la férrea idea de Marcelino y se sacrificó jugando en el extremo derecho e izquierdo con trabajo constante como le pedía el entrenador, a pesar que declaraba que donde se sentía más cómodo era en el lateral. Y a Marcelino no le temblaban las manos para descartar jugadores. Eso sí, le costó cuajar, pero estaba muy verde al venir. Al irse se despidió de la afición como toca y hasta se emocionó bastante. Yo confío en él y veo al Baça como el equipo ideal donde puede recalar. Ojalá.