Hallome en una casa rural en el valle de Carranza, alejada de todo tipo de civilización, con varios amigos y una jauría de niños, cuando un buen día pasa bien temprano por la mañana un tractor con una cisterna. Al poco rato comienza a llegar un olor nauseabundo que reconozco al instante. Purín de vaca.
Purín: Líquido formado por las orinas de los animales y lo que rezuma del estiércol.
Hacía años que no olía estos desechos tan repugnantes y, de hecho, creía que ya habían prohibido soltar los purines en el campo y hay plantas de tratamiento para procesarlas. Lo achaqué a un escape en la cisterna y no le di más importancia.
Entonces volvió a pasar el tractor. Volvió a llegar una oleada de pestilencia. Y otra vez. Y otra y otra. Así estuvo pasando TODA LA MAÑANA y el olor ya era insoportable. Casualmente, uno de los amigos con los que estaba en la casa rural es veterinario y juntos confirmamos que, efectivamente, está prohibido desde hace años soltar los purines en el campo. Finalmente tomamos la decisión de llamar al dueño de la casa rural para ver si podía contactar con el dueño de la finca que estuviese soltando los purines para que parase, porque no solo el olor era insoportable sino que además estos purines matan la tierra que tocan, destrozan cosechas y envenenan el agua de los alrededores (ahora empezábamos a entender que el dueño de la casa rural nos dijese que no bebiésemos el agua de grifo, que aunque era potable a él "no le gustaba"). Lo que nos contó nos dejó patidifusos.
Resulta que, aunque en su día se prohibió el vertido de purines en el campo, como en el valle de Carranza no hay una planta de tratamiento, la administración PAGA DINERO PÚBLICO a los dueños de las tierras que estén dispuestos a aceptar que se vierta el purín de los ganaderos de alrededor. Y adivinad lo que había alrededor de la casa rural. Decenas de campos que pronto no serían más que piscinas de purines, estando el río justo ahí. Era una abominación lo que estaba pasando, y no era consciente de que esto se estuviese llevando a cabo en España. Pregunté al dueño de la casa si no había una planta de tratamiento, que era lo legal, y... bueno, aquí es donde viene lo divertido:
La trama de los purines de Karrantza – Kazetari Kanaia – Periodista Canalla (elperiodistacanalla.net)
Se supone que las obras de construcción de la planta de tratamiento de purines comenzaría en 2006. Tras 11 millones de euros del erario público que por supuesto fueron a parar a políticos y promotores, sigue sin haber planta y, encima, la administración pública paga una morterada de dinero público a los antaño agricultores para que reciban el purín de los ganaderos. Tienen pagado el silencio de la gente mientras envenenan el agua, emponzoñan la tierra y desfalcan millones de euros.
¿Lo peor de todo? Que esta es tan solo una pequeña historia de corrupción que se replica por todo el país como una plaga. España está podrida por tanto ladrón y tanto sinvergüenza. Hasta aquí el relato de lo que vi y que merece ser contado.
Que Dios se apiade de nuestras almas.