Es una de las pocas obras del videojuego que cuenta una historia que cualquier otro medio convencional podría contar, sirviéndose del propio medio del videojuego de manera que en ningún otro ámbito se podría contar igual: el terror, el asco, la rabia, la negación, el vacío... se vivencian. Es lo que te hace no dejar de poder agarrar el mando y a la vez querer mandarlo a tomar por el culo para siempre. Eso también es un logro de su exquisita jugabilidad y feeling, que es lo que hace que aguante el envite sin mecánicas nuevas.
Sobre lo de que el juego manipula, evidentemente, al igual que cualquier otra obra de ficción narrativa; su grandeza reside en que gracias al videojuego lo sientes en tus carnes, y de ahí el rechazo de muchos.
Los defectos comentados por casi todos están ahí también y son propios de cualquier obra excesiva en todos los sentidos, como es ésta.
Para mí, es un hito del videojuego, con todos sus defectos. Y no hay mucho lugar a la comparación con el primero (aunque entiendo que se comparen y yo soy el primero en hacerlo) porque son dimensiones diferentes. Yo me quedo con los dos.