Rachel
"Eres de Innisport, conoces las mismas leyendas que yo", comenta mientras acelera. En ese momento, un grito fantasmal rompe la calma de la noche en Innisport.
"A esto me refiero...", exclama un asombrado Pete. "Rápido, algo está ocurriendo", añade, dándole gas a fondo. Al llegar a la entrada principal del cementerio, en la plaza de Santa Úrsula, aparcan la moto en un rincón y se bajan, descubriendo que la puerta está cerrada. Dentro, reina una oscuridad más intensa de lo normal, solo interrumpida por luces que parpadean detrás de lejanas criptas, como fuegos fatuos.
"Puede que haya otra entrada o podríamos saltar la valla. Pero sería mejor hacerlo en un lugar más discreto, no justo aquí en medio de la plaza", reflexiona Pete.