Isolee
Bailey
"¡No tienes que decirlo dos veces!"
Con la mesa puesta, y después de ver que la cena va a ser una experiencia maravillosa, Bailey deja la terraza para bajar a la cocina y buscar lo que su padre ha pedido. La joven es consciente de la suerte que tiene de contar con un padre cocinas como el suyo.
Después de la muerte de su madre, hubo una temporada en que sobrevivieron a base de comidas precocinadas y similares... pero un día, Bailey había decidido que no podían seguir así, y empezó a cocinar por su cuenta, a base de recetas de Youtube e Instagram. Sin embargo, Bailey empezó a estar más ocupada, en particular con el club de atletismo, y había forzado a su padre a ayudarla en la cocina durante un par de meses. Eso había despertado algo en él, y... bueno... el resultado era el que era.
Cuando su padre se lo tomaba en serio, hacía auténticas virguerías, y Bailey lo agradecía. Lo único malo es que al pensar en eso, Bailey no podía evitar el caer en la cuenta de que si fuera mejor conocido en Innisport, Alan sería posiblemente el soltero más codiciado del lugar. No es que eso le importara a Bailey, y de hecho la joven no quería otra cosa que el que su padre fuera feliz, pero también remarcaba su carácter hogareño y solitario. Si hubiera alguna forma de sacarlo de la casa para que se mezclara más con la gente en Innisport... ¿no podría Bailey encontrarle una buena mujer?
Pero... tampoco quería olvidar a su madre.
Aunque ese pensamiento es un poco triste, Bailey sabe que su madre no querría otra cosa que el que disfrutara de la cena con su padre, así que se encamina al frigorífico para sacar la botella, subirla a la terraza, y tener una cena agradable y feliz con su padre y con King. Para quien recuerda, claro, subir un bol con su comida...