Milly con Leo, Riley y Jordan
Riley suelta a Leo, y por un momento su expresión se vuelve seria y penetrante, como si se endureciera al escuchar a Milly mencionar su conexión con la familia Quinn. Luego, con una actitud más relajada, se apoya en la pared, sube un pie a la misma y entrelaza sus manos detrás de la cabeza.
"Veo que es verdad eso de que te gusta indagar en las vidas ajenas, ¿verdad, Milly?", su mirada se fija intensamente en ella por un instante. "Pero está bien, descubrir secretos puede ser entretenido, y a mí me gusta lo que es divertido", dice, recuperando su tono habitual tan rápido como lo había perdido.
"Sí, la mujer que me trajo al mundo era una Quinn. Aunque no recuerdo la última vez que hablé con alguno de mis tíos, salvo cuando Cillian me ladró para que le dejara pasar, un día que estaba sentada en las escaleras de la entrada con Ethan y Jordan".
Riley se encoge de hombros. "Pero no me importa que no les guste o incluso que me odien. A nadie debe gustarle tener enfrente la razón por la que perdió a un hermano querido. Incluso yo puedo comprender eso."
Jordan y Leo se quedan en un silencio sepulcral, tal vez sin saber qué decir frente al tono sombrío y triste de Riley.
"¿Pero qué caras ponéis? No es como si yo hubiera elegido nacer", bromea Riley.