En el acogedor y tenue ambiente del bar, el murmullo de las conversaciones y el ocasional tintineo de los vasos crean una melodía de fondo. Rachel, sentada en la barra, observa su reflejo en el espejo manchado detrás de las botellas. Su mirada se desvía cuando Nora, la camarera, le hace un discreto gesto con la cabeza.
Uno de los hombres del fondo, con un jersey desgastado y una sonrisa franca, arrastra su taburete hacia Rachel. "Eres la hija de Jack, ¿verdad?", pregunta con una voz teñida de respeto. Antes de que Rachel pueda responder, él añade con un gesto generoso, "Deja que te invitemos a esta." El otro hombre, de rostro curtido y arrugas marcadas por el tiempo, se acerca asintiendo. "Éramos amigos de tu padre. Todo el mundo aquí lo era", explica, mientras su compañero asiente y añade: "Buen tipo tu padre, buen tipo".
Nora aparece con una pinta de cerveza y, haciendo un gesto con la mano, les echa para allá. "No molestéis a la chica, Ed. Estoy segura de que ya sabe que su padre era un buen tipo", dice con un tono amable pero firme. Los hombres asienten y se apartan de nuevo, volviendo a sus chismes de taberna.
"Perdónales", dice Nora en tono confidente a Rachel. "Son buenos tipos, pero no entienden mucho sobre no invadir el espacio personal de la gente. Se piensan que todo el mundo es un borracho feliz como ellos", se burla ligeramente. "Pero tienen razón, Jack era muy querido aquí. Ed y el resto de chicos solían jugar a dardos, cartas... lo que quisieras", termina, pasándole un grueso tomo repleto de fotografías, abierto por una página donde puede verse una foto de su padre junto a un montón de tipos, entre ellos Ed, el tipo de al lado y Samuel Carragher, el padre de Ralph.
"Finn dice que ésta y las que quieras van por cuenta de la casa, por los viejos tiempos. Eso sí, sin alcohol por lo menos hasta que parezca que tienes veintiuno", sonríe Nora. En un rincón, absorto en un libro de cuentas, el tal Finn, un hombre de la edad de su padre que también aparece en la fotografía, levanta su copa en dirección a Rachel, quien comprende que es el dueño del local.