Elijah de entrenamiento
Elijah entra en los vestuarios, justo cuando un debate absurdo pero animado se desata entre algunos de sus compañeros.
"Vamos, ¿en serio?", empieza Jason con un tono cargado de sarcasmo. "Ahora resulta que la Sirenita es negra. ¿Qué sigue? ¿Thor en silla de ruedas para la próxima película del UCM?"
Michele, con una sonrisa irónica, interviene. "No te sorprendas si para la próxima Blancanieves contratan a una actriz latina y los enanos se convierten en una metáfora de la diversidad cultural. Oh, espera, eso ya pasó."
Aaron, apoyado contra una taquilla, responde con una sonrisa burlona. "Latino eres tú, Michele."
"¿Eh? ¿Qué dices?", Michele responde con los brazos en jarra.
"Bueno, eres italiano, ¿no? Y tus abuelos son romanos, según nos contaste. No hay nadie más latino que tú, amigo", sonríe Aaron.
"Eh, bueno... Si lo miras así...", admite Michele, un tanto desconcertado.
Jason, impaciente por retomar su punto, rueda los ojos. "En fin, volviendo al tema. Parece que la autenticidad histórica ya no importa. ¿Qué será lo próximo? ¿Poner a Elijah a hacer de Abraham Lincoln de joven?", suelta con una mezcla de sarcasmo e impertinencia.
"Corta el rollo, Jason...", dicen Michele y Aaron al unísono, mostrando su desaprobación.
Pero Jason, lejos de detenerse, añade con una risa burlona, "Ya, a Elijah le pegaría más hacer de faraón egipcio. Ya sabes: 'We Wuz Kangz'."
La tensión en el aire se corta con un cuchillo. De repente, James, el base suplente y también afroamericano como Elijah, se planta frente a Jason, su mirada ardiente de furia. "Te estás ganando una hostia, imbécil", le advierte, con la voz cargada de ira contenida.
"¿De quién? ¿De ti, mono?", se burla Jason, desafiante, subestimando claramente la situación.
En un abrir y cerrar de ojos, James lanza un puñetazo certero, golpeando a Jason en la cara. La fuerza del impacto hace que Jason tambalee hacia atrás, chocando contra las taquillas con un estruendo metálico.
Los demás jugadores se congregan rápidamente, algunos intentando separar a James, quien sigue adelante con puños listos, mientras que otros ayudan a un aturdido Jason a levantarse. El vestuario se convierte en un hervidero de voces y movimientos, algunos gritando para detener la pelea, otros instigando más acción.