Elijah
El Coach Benson irrumpe en los vestuarios como un huracán de furia mal contenida. La tensión en el aire es tan densa que podría cortarse con el filo de una navaja. Todos los ojos se vuelven hacia él, mientras el ambiente se congela en una mezcla de sorpresa y temor.
"¿Se puede saber qué pasa aquí?", estalla, con una voz que retumba como un trueno. A su lado, su hija Sarah, cuya expresión de desaprobación no necesita palabras. "¿Elijah, te importaría soltar a Jason de una vez?", añade con una severidad que no admite réplica.
Aaron intenta articular una explicación, gestos nerviosos acompañando sus palabras, pero el entrenador lo silencia con un gesto tajante. "No, no quiero oír ni una palabra más. Nada. A la pista a entrenar, y luego ya veremos cómo arreglamos este desaguisado. No descarto que alguno de vosotros haya jugado su último partido con los Titans", murmura, casi como hablando consigo mismo, mientras sale del vestuario con un aire de decepción que pesa sobre todos.
Sarah, quedándose atrás, sacude la cabeza, como si intentara deshacerse de la incredulidad. "A vuestro nivel, se espera un mínimo de madurez, chicos. Esto es decepcionante...", comenta, con un tono que es una mezcla de tristeza y reprimenda.
En ese momento, Lu y Dylan entran al vestuario, encontrándose con un panorama de caras largas y tensión aún flotando en el ambiente. "¿Qué ha pasado aquí?", pregunta Dylan, su rostro reflejando la confusión del momento.
Jason se sacude a Elijah de encima y sale del vestuario limpiándose la sangre de la boca con el dorso de la mano. "¡Con estos salvajes de mierda no se puede jugar!", exclama con un tono de frustración y rabia
Dylan y Lu miran a Elijah buscando respuestas.